Ante el Proyecto de Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana por las Afectaciones del Terremoto, y en particular sobre la propuesta de un impuesto por una sola vez al patrimonio:
Los ecuatorianos estamos viviendo tiempos muy complicados desde diversos puntos de vista, el económico que viene agudizándose, el político por la imposición ideológica respecto al manejo de la política pública, el social que se evidencia por el incremento del desempleo y a esto se suma, la devastación ocurrida por el terremoto del pasado 16 de abril, mismo que tendrá un impacto que al momento no es posible ser exactos ni precisos.
Considero importante compartir algunas reflexiones sobre la propuesta de reforma tributaria en lo que a patrimonio (tierra) respecta, afectarla con un nuevo impuesto restringe el progreso y desarrollo porque implica retirar liquidez del sector agropecuario.
En el año 2008 cuando se planteó el impuesto a las tierras rurales se evidenció el impacto negativo a la liquidez de productores, efecto que se respalda en un informe del MCPEC emitido en el año 2010.
El nivel de impacto alto y negativo de la fórmula para el pago del anticipo del Impuesto a la Renta, motivó que en el Reglamento del mismo se excluya el valor de la tierra.
En el 2009 a través de la Ley del COOTAD, se modificaron algunos temas respecto al pago de la Patente Municipal, aunque muchos municipios aún no las aplican, en aquellos que si lo hicieron se puede constatar el gran perjuicio económico a los productores. Igual ocurre con el incremento del valor catastral, mismo que de por sí, genera ya bastante afectación a la liquidez.
En la propuesta actual de reforma tributaria anunciada por el Presidente de la República con miras a recaudar fondos para la reconstrucción de las provincias afectadas por el terremoto, se incluye incrementar el 0,9% de impuesto al patrimonio. Esto para el sector agropecuario significa una estocada final para las actividades agrícolas puesto que la tierra es un factor de producción y no es patrimonio líquido.
No debemos permitir que se olvide que los alimentos se producen desde el sector agropecuario y que constituye un recurso natural RENOVABLE, que es además el principal generador de mano de obra y un importante medio de ingreso de divisas para fortalecer la economía del país.
La solidaridad y apoyo frente a la devastación de las provincias de Manabí y Esmeraldas no sólo es necesaria sino indispensable, es un acto de humanidad y respeto hacia nuestros compatriotas, sin embargo, debido a la situación del país, se hace necesario ser SOLIDARIOS y además SOSTENIBLES.
Cordialmente,
Rodrigo Gómez de la Torre
PRESIDENTE
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