Una Vision Personal sobre lo ocurrido el 23F

Que paso el 23F?
Cuando el CNE, convoco a elecciones seccionales para el día 23 de febrero del 2014, se comenzó a percibir, que esta iba a ser una elección por demás peculiar, mas allá de los diferentes partidos y movimientos políticos que ingresaban a correr en la contienda, se consolidaba también de parte del oficialismo un discurso, absolutamente triunfalista, y que desde el mismo presidente del movimiento planteaba que la victoria iba a ser arrasadora.

De igual manera se comenzó a percibir, que el movimiento oficialista, pese a los nombres que se presentaban para ocupar los diferentes puestos en las distintas papeletas electorales eran muy distintos entre sí, al final se presentaba una elección para más de 20 prefectos, sobre los 220 alcaldes, centenares de concejales y miles de candidatos para junta parroquiales, existía un solo candidato único, para competir por sobre todo e, resto de movimientos y partidos políticos.

Claro está, la elección se centra, en su inicio en la ciudad de Guayaquil, donde el candidato del bigote, más allá de los agravios, insultos velados y demás descalificaciones, se mantenía como el favorito para obtener el sillón de Olmedo. El caso de quito, más complicado, ya decía las evaluaciones y encuestas que el candidato para la reelección, no estaba del todo favorecido por la opinión popular, sin embargo, gozaba de un cierto apoyo que le podría permitir superar a sus opositores, con un apretado margen, sin embargo no existía mayor preocupación desde el movimiento al que representaba. Esta confianza lo lleva a desvincularse de las figuras conocidas y buscar otras opciones que este las sentía más "leales" a su persona o proyecto para la ciudad.

Mucho se mencionó que el trabajo era para el Quito que queremos, y poco se escuchó a quienes realmente importan, LOS CIUDADANOS, que posiblemente ese no era el burgomaestre que los quiteños queríamos.

Ya avanzada la campaña, mientras el principal líder del movimiento oficialista había recorrido provincias, cantones y parroquias, presentando y buscando apuntalar a quienes iban a estar con nombre y foto en las papeletas, la situación se seguía consolidando en el puerto principal sin que la joven figura de política nacional pueda remontar la voluntad popular como para apuntalarse como una verdadera opción triunfadora.

Por otro lado, en Quito, las encuestas seguían consolidando un voto protesta en perjuicio del candidato a la reelección y en favor de otro joven candidato que había aparecido tiempo atrás para la alcaldía de Quito, cooptando los espacios de quien dice Amar a Quito, con quien se alía, y por la generosidad política, pocas veces conocida, menos veces aun reconocida, de la segunda fuerza política, que escuchando el clamor de los ciudadanos, decide no presentar candidato para tan importante posición a nivel nacional. Siempre al son de que "Quito es más importante que CREO"
A nivel nacional, con la discusión política centrada en las dos principales ciudades, los demás partidos y movimientos políticos fueron haciendo su trabajo poco a poco y consolidado, lo que si se entendió de mucho mejor manera, que era el hecho para el cual se convocó a elecciones. Buscar opciones locales, para problemas locales.

El momento, que se comprendió, que la candidata para la alcaldía en el puerto principal no tenía el favor popular, se percatan que la situación de Quito se había complicado y que esa opinión, ya definida meses atrás en las encuestas, sobre el candidato a la reelección, se consolidaba cada vez con más fuerza, parecería que vieron que el "mundo se iba a acabar", y ante lo cual había que tomar acciones urgentes e inmediatas.

El líder del movimiento oficialista toma a cargo la campaña de Quito, busca, a la usanza de los últimos años, descalificar a quienes le pueden hacer sobra (no a su candidato, sino a quien se evidencio como el candidato único), y absolutamente todo el aparato gubernamental (no estatal, estatal somos todos y todas) sale a medios, sale a las calles a "darle haciendo campaña" a quien ya se veía como derrotado. Incluso, y como tema de preocupación, se ve como el oficialismo se va por encima de la principal autoridad del país en tiempos electorales, el Concejo Nacional Electoral.

Nuevamente no se escucha a los ciudadanos, o como también se los denomina en periodos electorales, los mandantes, y se continua en una lucha sin cuartel en contra de quien luego califica ya no como opositor político, sino como Enemigo, y también se toma deja en claro, que Enemigos son todos aquellos que no están absolutamente alineados, o sea todo el resto. La lógica del proyecto político de la llamada Revolución Ciudadana (Rafael Correa), evidencia que no es de izquierda, derecha, centro u otro, sino más bien que es un tema personal caudillista.

Los ciudadanos, ya no solo de la capital, observan con detenimiento y con ojo analítico como se evidencia la realidad política ecuatoriana, y donde para el oficialismo, fuera de Quito y Guayaquil, no tenía mayor relevancia el resto del país.

El efecto de Quito, no solo, conlleva efectos adversos en otras provincias, cantones y parroquias a nivel nacional, sino que deja en claro para todas y todos, que una cosa es el apoyo por los temas nacionales, y que otra, muy distinta, es la problemática a nivel local.

La pregunta que sigue en el imaginario es Quien gano el 23 de febrero el proceso electoral? Todos, a través de artilugios, matemáticas sociales, y de acuerdo a todas las formas posibles de buscarle las cinco patas al gato, pretenden declararse ganadores.

Para la humilde opinión de quien les escribe, el principal y gran ganador del día 23 de febrero de 2014, fue, es y será, el ciudadano, que pudo evidenciar la realidad de lo que el país está viviendo y que si bien hay cosas que se han realizado, también hay necesidad de otras que no se están discutiendo en el día a día.

Felicitaciones a los ciudadanos, quienes son los verdaderos actores del desarrollo de sus barrios, parroquias, cantones, provincias y del futuro de nuestro bello y querido Ecuador.