COMENTARIO 15 JUN 2018 Situación Agro Ecuador

El Sector Agropecuario, no únicamente durante la última década, sino a partir de los años 70, ha venido paulatinamente quedando a un lado.
Se ha pretendido generar Incentivos, que, si bien han tenido tintes productivos, más han sido utilizados con un trasfondo político clientelar.
El sistemático desmantelamiento de la estructura gremial a través de la creación de miles de agrupaciones ha favorecido al principio de “divide y vencerás” y como consecuencia de este concepto algunos gremios, muchas veces creados para entregar prebendas puntuales, sólo han favorecido a que la tónica pase de - lo técnico-productivo a lo clientelar-político.

Se debería impulsar la Asociatividad para generar producción y producir. No para repartir prebendas.
La ausencia de política pública debidamente articulada ha ido construyendo un sistema agrario de subsistencia, en la que, una estructura de tenencia de la tierra de microfundio, no facilitado la construcción de economías de escala, situación que aplica incluso a todos los productores, micro, pequeños, medianos e incluso grandes. El cooperativismo y/o producción asociativa muy poco se observa en el Ecuador.
El Ministerio debe y tiene que ser una institución técnica alejada de intereses y manejos políticos.
Existe la necesidad imperiosa y fundamental la una adecuada depuración de la telaraña jurídica y trabajar en una codificación de lo existente, donde prime la realidad.

Los subsidios, focalizados y temporales, que se pueden dar al sector son incentivos necesarios que motivarían a los productores; pero un mayor impacto se generaría a través de la provisión de crédito diferenciado con tasas de interés que no superen el 5% y plazos razonables y acordes a la actividad, donde la misma producción sea el respaldo para la garantía. Créditos para fomentar la producción y no únicamente la siembra. (producción orientada a inversiones de largo plazo, desde cultivos de ciclo corto).
Un seguro agrícola y ganadero debidamente estructurado que permita compensar tanto las variables climáticas como las de mercado.
La necesidad de tener agricultores y ganaderos debidamente identificados, es fundamental, para poder direccionar incentivos e incluso para una estadística adecuada.

Comprender que un aparato persecutorio, con multas, impuestos y tasas que por sus altos montos se convierten en mecanismos de descapitalización y hasta con posibilidades de llegar hasta la perdida de la propiedad. Patentes Municipales, que cobran municipios de manera ilegal, afectando más aun al productor agropecuario.

El Ecuador es evidentemente agropecuario; con una generación de divisas que supera los 10.000 millones, su tierra y su clima tienen condiciones favorables, diversas y únicas, que deben ser aprovechadas, fomentando el desarrollo del agro y de su gente, puesto que lo que se produce en el campo son los insumos que la industria procesa y que luego son distribuidos por el comercio para satisfacer las necesidades tanto de consumidores ecuatorianos como las de consumidores en el mundo entero.

Rodrigo Gómez de la Torre
Cámara de Agricultura de la I Zona

Comparto el editorial sobre el tema que salió en Radio Centro 97.7 FM